Entrando en tema
La conversación en torno al testing de software a menudo cae en una dicotomía simplista: manual versus automatizado. Recientemente, una publicación en LinkedIn reavivó este debate al sugerir la obsolescencia de las pruebas manuales, calificándolas de lentas, ineficientes y costosas. Sin embargo, esta perspectiva no solo minimiza la valiosa contribución de los testers manuales, sino que también ignora la rica evolución que ha experimentado el testing en el contexto de las metodologías ágiles y el auge de las herramientas low-code.
La reinvención del Testing Manual en este mundo de Agilidad
Lejos de ser una práctica estática y desfasada, el testing manual ha experimentado una profunda transformación impulsada por la adopción generalizada de las metodologías ágiles. La integración temprana y continua de los testers en los equipos ágiles ha dado lugar al concepto de «Agile Testing». Este enfoque enfatiza la colaboración, la comunicación constante y la adaptación flexible a los cambios.
El propio ISTQB (International Software Testing Qualifications Board) ha reconocido esta evolución, reformulando el contenido de su programa de estudios Foundation Level para incorporar conceptos y prácticas ágiles. Esto subraya la importancia continua de los fundamentos del testing manual en un entorno que valora la entrega rápida y la retroalimentación constante. El Agile Tester no es simplemente un ejecutor de casos de prueba; es un miembro activo del equipo que contribuye a la calidad desde las etapas iniciales del desarrollo, aportando su capacidad de análisis crítico y su comprensión del negocio para anticipar posibles fallos y diseñar pruebas efectivas.
Potenciación, No Sustitución: El Testing Manual y la Automatización como Aliados
La realidad es que no deberíamos hablar de una batalla entre el testing manual y el automatizado, sino de una sinergia poderosa. El enfoque más efectivo radica en entender cómo el testing manual puede ser potenciado por la automatización.
Punto para reflexionar: Aquí es donde me pongo a pensar en la manera en la que se potencia nuestro trabajo como testers con la inteligencia artificial.
Si bien es cierto que el testing puramente manual puede conllevar costos elevados, un esfuerzo significativo por parte del tester y un mayor consumo de tiempo, lo que impacta en el costo hora/hombre y, en última instancia, en la entrega del producto, también es fundamental reconocer su valor intrínseco. La exploración, la usabilidad, las pruebas ad-hoc y la aplicación del juicio humano en escenarios complejos son áreas donde el tester manual sigue siendo insustituible.
La automatización, por su parte, brilla en la ejecución repetitiva de pruebas de regresión, la verificación de grandes volúmenes de datos y la simulación de escenarios de carga. Al liberar a los testers manuales de estas tareas repetitivas, se les permite enfocar su expertise en áreas donde su pensamiento crítico y su capacidad de análisis aportan un valor diferencial.
La Democratización de la Automatización con Herramientas Low-Code
Un avance significativo en los últimos años ha sido el desarrollo de herramientas de automatización «low-code». Estas plataformas están diseñadas para facilitar la inmersión de los testers manuales en el mundo de la automatización sin requerir profundos conocimientos técnicos de programación. A través de interfaces intuitivas y flujos de trabajo visuales, los testers manuales pueden comenzar a crear y ejecutar scripts de automatización, expandiendo sus capacidades y contribuyendo a la eficiencia general del proceso de testing.
Esto no significa que el rol del ingeniero de automatización desaparezca, sino que se abre un nuevo abanico de posibilidades para que los testers manuales se conviertan en «testers automatizadores», aportando su conocimiento funcional y su visión del negocio a la creación de pruebas automatizadas relevantes y efectivas.
Análisis de la publicación
Los puntos principales (haciendo un análisis de «sentimientos» y «reacción») identificados son los siguientes:
- Crítica a la desvalorización del trabajo manual: La autora se muestra en desacuerdo con publicaciones que desprecian las pruebas manuales, argumentando que minimizan años de experiencia y criterio.
- Reconocimiento del valor del QA Analyst: Se destaca que el trabajo de un QA Analyst va más allá de la ejecución de pruebas, incluyendo la comprensión del negocio, el diseño de casos de prueba centrados en el usuario, la validación de experiencias no automatizables, la colaboración con otros roles y el aporte de juicio humano.
- No es una cuestión de «manual vs. automatización»: La autora enfatiza que se trata de calidad, la cual depende de la persona que aplica las herramientas con criterio y conocimiento.
- Llamado a la valoración y el respeto: Se pide valorar y respetar el trabajo de los QA Analysts.
El debate generado apoya en gran medida los puntos de la publicación, con comentarios que resaltan:
- La insustituibilidad del pensamiento crítico y el criterio humano en el testing.
- La complementariedad entre las pruebas manuales y automatizadas.
- La necesidad de una base sólida de conocimiento del negocio y análisis para una automatización efectiva.
- La definición del testing como un proceso intelectual que va más allá de la ejecución con herramientas.
- La importancia de explicar mejor el valor del testing a quienes no están familiarizados.
- La contribución del testing a la calidad, aunque no sea el único responsable.
- La importancia de la validación manual para aspectos como la UI y la experiencia del usuario.
- La mala interpretación del propósito de la automatización, que a menudo se cree que es para encontrar bugs en lugar de validar flujos establecidos.
En resumen, la publicación de Evelyn Daniela Mendez Gomez generó un debate positivo y reflexivo dentro de la comunidad de LinkedIn sobre el valor de las pruebas manuales y el rol crucial de los QA Analysts en el aseguramiento de la calidad del software.
Conclusión:
La pregunta no es si el testing manual sigue siendo relevante, sino cómo se adapta y evoluciona en el panorama actual del desarrollo de software. En la era agile, el tester manual se ha convertido en un miembro esencial del equipo, aportando su capacidad de análisis y su comprensión del negocio desde las etapas iniciales. La automatización, lejos de reemplazarlo, se presenta como una herramienta poderosa para potenciar su trabajo, liberándolo de tareas repetitivas y permitiéndole enfocarse en áreas donde su juicio humano y su capacidad de exploración son cruciales.
Finalmente, la aparición de herramientas low-code democratiza aún más la automatización, permitiendo que los testers manuales se involucren activamente en este ámbito. La clave reside en adoptar una mentalidad de colaboración y complementariedad, reconociendo que la calidad del software se construye con una combinación inteligente y estratégica de la perspicacia del tester manual y la eficiencia de la automatización. El futuro del testing no es una cuestión de «uno u otro», sino de cómo ambos enfoques pueden trabajar juntos para entregar productos de software de mayor calidad y valor.
Fuente de inspiración: La publicación de mi colega Evelyn Daniela Mendez Gomez