Las aplicaciones móviles se actualizan con frecuencia para una variedad de razones, entre ellas los usuarios móviles esperan que haya actualizaciones seguidas de las funciones y que los errores sean corregidos rápidamente.
Otro motivo es tomar ventajas de las nuevas versiones de los sistemas operativos para las plataformas móviles (como iOS o Android).
Cada actualización de la aplicación implica un ciclo de pruebas adicionales para validar que la aplicación funcione como se espera y que las actualizaciones se hayan realizado con éxito.
Además, cuando hay una nueva versión del sistema operativo se necesita probar la aplicación antes (con las versiones betas que vienen para desarrollo) que el mismo sea liberado para garantizar la compatibilidad en la aplicación. Lo mismo debe realizarse cuando un nuevo dispositivo de alto perfil se introduce en el mercado.
El alcance de las pruebas para cada ciclo depende de los cambios subyacentes. Algunos pequeños cambios pueden requerir pruebas sólo la funcionalidad de aplicaciones clave, mientras que otros cambios pueden requerir pruebas de regresión completa y prueba de nuevas características.
by Carina Valdez
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