Se hace testing para detectar defectos, por tanto, tendrán éxito cuando cumplen su propósito. Esta es la visión de Boris Beizer en la siguiente reflexión: «Un test que revela un bug ha sido exitoso, no al revés».
Podemos centrar el testing en secciones del código o en funcionalidades donde existe menos probabilidad de que existan defectos y probablemente no estemos aprovechando de manera adecuada el esfuerzo o, al menos, no con la rentabilidad que supondría enfocarlo de manera adecuada.
Una versión de lo anterior es hacer un testing «cómodo» para cubrir el expediente, sin entrar en tareas de mayor profundidad.