El 26 de diciembre Globant publicó una nueva edición de su «Reporte Sentinel» en el que explora el paradigma del nivel de «fricción» para potenciar la relación emocional con el usuario.
Uno de los interrogantes sobre los que se trata de buscar respuesta es el siguiente: ¿Cómo podemos interactuar con aplicaciones inteligentes, ecosistemas fluidos y productos que conocen nuestro contexto, necesidades e incluso emociones?
¿Cuáles son las claves de la no-fricción?
- COGNICIÓN: la cantidad de esfuerzo mental y motor que un usuario necesita hacer para completar una sola tarea. Las experiencias con buenos niveles de cognición permitirán al usuario lograr el resultado solo realizando las acciones más necesarias, lo que significa que no habrá información irrelevante, pasos repetitivos o interrupciones innecesarias.
- EMOCIÓN: el nivel de alineación de las emociones que atraviesan los usuarios de una determinada experiencia de consumo. Escuchar y aprovechar las emociones correctas a través de toda la experiencia de consumo juega un rol crucial en la relación, impacto y compromiso positivo en el largo plazo.
- CONTEXTO: el nivel de conocimiento y relevancia que tiene la interacción en relación a las circunstancias que la forman es crucial. En tanto “Internet de las Cosas” se expande y mejora los servicios de ubicación, los usuarios demandan propuestas de valor ubicuas y una mayor “omni-canalidad”.
- INTELIGENCIA: apalancarse en el poder de la computación proactiva de los sistemas para crear experiencias más inteligentes. Se trata de incorporar computación cognitiva para entender, aprender y evolucionar a fin de mejorar el negocio y los modelos operacionales. El objetivo es sumar nuevas dimensiones que permitan descubrir tendencias y entender contextos y estados de ánimo.
- ADAPTACIÓN: el nivel de flexibilidad que una experiencia presenta, y la capacidad de ajustarse a nuevos comportamientos sobre la base de la evolución del mercado y los usuarios. En las experiencias digitales, un rasgo adaptativo es el que se refiere tanto al estado actual que se ajusta a múltiples necesidades, como a los procesos que permiten la adaptabilidad.
Conclusión: Entiendo que estos aspectos deberíamos tenerlos en cuenta para ofrecer más valor a nuestro testing y ofrecer distintos puntos de vista que hacen al beneficio del usuario final. ¿no les parece? ¿Consideras que es aplicable dentro de tu marco de trabajo actual?
Fuente: www.globant.com