Aunque las pruebas de caja blanca son aplicables a varios niveles —unidad, integración y sistema—, habitualmente se aplican a las unidades de software. Su cometido es comprobar los flujos de ejecución dentro de cada unidad (función, clase, módulo, etc.) pero también pueden testear los flujos entre unidades durante la integración, e incluso entre subsistemas, durante las pruebas de sistema.
Ahora bien, para realizar este tipo de testing, tendremos que tener las siguientes habilidades:
- conocimientos de programación
- conocimientos del framework de desarrollo
- conocimiento funcional para poder entender el objeto de determinadas clases y métodos.